martes, 4 de octubre de 2011

Bye bye Rock Club (1-10-2011)


A BIG HAND FOR THE MAN

Con un Rock Club atestado de música, sudor y amigos, como tenía que ser, la fiesta de despedida comenzó a la hora de los pinchos con la clásica empanada de todas las celebraciones para enseguida dar paso al escenario, que fue tomado por la energía y poderío de The Electric Tools y el vendaval de Suzy y los Quattro. Poco después llegó la hora de Labra, The Man, cuya aparición pretendía ser una sorpresa aunque ya se había corrido la voz como la pólvora. Viernes fue llevado en volandas hasta el escenario, como James Brown en medio de los gritos de sus fans, ataviado con calzones de boxeo y cubierto con un batín blanco inmaculado. Ya lo esperaban sus Robinsones, con el bombardero Chapi en la retaguardia, de vuelta del pasado y preparado para repartir. Labra cantó tres de aquellas canciones de juventud, de cuando el Rock Club no era ni siquiera un proyecto: Contrabandeando, primera y única muestra de narco rock de las Rías Baixas; la psicodélica No puedo volver, con su título convertido en más que apropiada ironía para la ocasión y, finalmente, Barbaña Surf, el himno punk de poco más de un minuto con el que Labra demostró, veinticinco años después, que no ha dejado de ser una estrella del rock.

La fiesta siguió creciendo con los aires country de Os Anais y con la superbanda Os Eruditos, extensa selección de estrellas locales que fueron desgranando grandes éxitos uno tras otro hasta la épica Love is in the air, que puso el punto final a la música en directo en el Rock Club. Después de una pausa, algunos volvimos a bajar por última vez las escaleras para tomar la última copa, para escuchar a los DJs, para intentar el último baile deslavazado y echar las últimas risas. Entonces, en algún momento en que la larga noche del 1 de Octubre de 2011 ya se mezclaba con la jodida luz del día siguiente, fue cuando el Gran Ojo en Llamas se apagó para siempre.

Javier Doforno
(3-10-2011)

Fotografías Eva Domínguez y Miguel Ángel Viteri (Mitxel)